El coronavirus provoca pérdidas millonarias al negocio de las mulas entre Miami y Cuba

Se trata de un comercio que está valorado en más de $8,000 millones, explica un economista.

Aeropuerto de Camagüey (imagen de archivo). © Adelante.cu
Aeropuerto de Camagüey (imagen de archivo). Foto © Adelante.cu

Vídeos relacionados:

Este artículo es de hace 4 años

La pandemia del coronavirus ha golpeado una de las actividades comerciales más conocidas entre Miami y La Habana, echando por tierra el negocio de las llamadas “mulas”, que cruzaban continuamente con mercancía y dinero el Estrecho de la Florida.

Se trata de un comercio que está valorado en más de $8,000 millones, de acuerdo con un artículo de la consultora The Havana Consulting Group (THCG), con sede en Miami.


Lo más leído hoy:


“En 2019 viajaron a Cuba 552,895 cubanos desde Estados Unidos. Esa cifra, solo en honorarios por habilitación de pasaportes, representa ingresos al gobierno cubano por un valor de $248,8 millones. Más de la mitad de estos viajeros se hospedaron en hoteles o rentaron autos del gobierno, dejando ingresos a la economía cubana de aproximadamente $500 millones”, expone el autor del texto, el economista Emilio Morales, director de la consultora.

El especialista considera en la categoría de “mulas” a los que viajan a Cuba a transportar mercancía, desde ropa y zapatos hasta alimentos y artículos de aseo, pero también a los que envían remesas o recargas telefónicas.

Las estadísticas de THCG revelan que los cubanos gastaron en 2019 unos $221 millones en boletos aéreos y más de $300 millones en recargas telefónicas. En aranceles aduaneros, pagaron entre $66,3 y $82,9 millones, y en tarifas aeroportuarias $13,9 millones.

“Todos estos rubros totalizaron un estimado de entre $1,300 y $1,366.6 millones. A esto hay que sumar el valor de las remesas en efectivo y las remesas en mercancías. Entre todos sumaron alrededor de los $8,000 millones en el 2019”, detalló.

“El negocio del gobierno cubano se basa en mantener separada a la familia, mantener un flujo de inmigrantes que luego envíen remesas y viajen a la isla”, comentó Morales. “Las misceláneas como ropa, zapatos, y demás productos son transportadas por lo general por vía aérea en pequeños paqueticos de 1.5kg, en los cuales suelen incluirse 30 o 40 blúmeres o calzoncillos, sandalias o chancletas agrupadas en cinco o seis pares, pullovers, blusas, camisetas, ropa de bebé, etc”, señaló.

“En los primeros cinco meses del año Cuba ha recibido unos $470 millones menos que en igual período del año anterior, lo cual ha representado una caída de 30.4%, cifra que seguirá en aumento por la inactividad esperada de los meses de junio y julio”, afirmó el economista.

Morales ubica la génesis de las mulas en los años 90, tras la crisis de los balseros y la apertura del régimen con cadenas de tiendas y servicios que recaudaban dólares estadounidenses. En este contexto —precisa el autor—los migrantes cubanos “viajaban en vuelos chárteres que eran gestionados por las agencias creadas en el Sur de la Florida y que estaban conectadas con las agencias creadas en Panamá, las cuales eran las encargadas de recaudar el dinero de las operaciones que se hacían en el sur de la Florida”.

“El flujo migratorio se alimentaba cada año con 20,000 cubanos que emigraban legalmente y otros tanto que lo hacían de forma ilegal, los cuales llegaban en lanchas, balsas o cruzaban la frontera mexicana. En otras palabras, era toda una industria que sumaba cada vez más y más mulas y generaba cada vez más millones y millones de dólares”, apunta.

“Solo en pasajes aéreos los cubanos-americanos desembolsaron unos 221 millones de dólares viajando a la isla en 2019. Las mulas digitales dejaron ese año en las arcas del estado cubano solo en recargas telefónicas un poco más de 300 millones de dólares. A esto hay que sumar los impuestos de aeropuerto que en total por los viajeros cubanos-americanos sumaron 13.9 millones de dólares. En pago de aranceles por importación de mercancías los viajeros cubanos americanos pagaron un estimado entre 66.3 y 82.9 millones de dólares. Todos estos rubros totalizaron un estimado entre 1,300 y 1,366.6 millones de dólares”, agrega.

Pero, a juicio del especialista, el escenario del coronavirus “paró en seco los vuelos hacia y desde la isla, por lo que el negocio de las mulas quedó totalmente congelado. Sin vuelos, el negocio de las mulas emprendedoras se reduce a cero, es así de simple. Salvo las mulas rehenes y las mulas digitales, la actividad del resto de las clasificaciones ha quedado anulada por el COVID-19”.

El estudio concluye que el negocio de las mulas se ha reducido prácticamente a cero y las pérdidas pueden considerarse millonarias para el gobierno cubano y las personas que viven de este intercambio.

“El futuro de las mulas es incierto en estos momentos y esta incertidumbre ha dado una estocada profunda a la economía cubana. El gobierno cubano ha creado con el paso de los años un ejército de mulas a expensas de la separación familiar y la pobreza que genera el atraso de su medieval economía”, opina.

“Actualmente alrededor del 70% de las familias que viven en la isla dependen del sustento económico que les envían sus familiares que viven el exterior. De seguir paralizado este negocio por más tiempo las consecuencias podrían ser impredecibles”, añade el economista, quien advierte que, ante esta situación, “el colapso total de la economía está al doblar de la esquina”.

Un estudio del mismo autor indica que el gobierno cubano gana el 74,3 por ciento de cada dólar que llega en remesas al país desde el exterior, un negocio que ha aportado $46 800 millones a la economía nacional desde 1993.

Morales explicó que, a través de FINCIMEX, subordinada al conglomerado empresarial de las fuerzas armadas Gaesa, se han recibido en Cuba un total de $18,871 millones de dólares desde 1993, fecha en que el fallecido dictador Fidel Castro decidió la despenalización del dólar y abrió las puertas al envío de divisas desde el exterior.

VER COMENTARIOS (2)

Archivado en:

Maykel González

Periodista de Cibercuba. Graduado de Periodismo por la Universidad de La Habana (2012). Cofundador de la revista independiente El Estornudo.


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.1eye.us

+1 786 3965 689


Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada