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COVID -19, es una afección respiratoria de aparición en China, causada por una nueva cepa de coronavirus, hasta el momento desconocida, pero que se ha propagado a un total de 185 países. Declarada como pandemia global el día 11 de marzo, pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde la segunda quincena de enero, dictaba directrices provisionales para hacer frente a este fenómeno, que fueron ignoradas por muchos países .
Este virus posee un alto grado de propagación de contagio, transmitiéndose cuerpo a cuerpo -a través de gotículas procedentes de la nariz y la boca- que salen despedidas cuando una persona contagiada tose o exhala, esas gotas caen sobre los objetos o superficies que rodean a otro seres humanos, de modo que estos pueden contraer el virus si tocan los objetos o superficies infectados y, luego, se tocan nariz, boca u ojos.
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También pueden contagiarse si inhalan gotículas que haya esparcido una persona al toser o exhalar, generalmente, a una distancia de uno a dos metros .
Según datos observados del comportamiento de la infección, un 60% de afectados cursarán con sintomatología leve, un 30 % necesitará hospitalización y un 10 % va a requerir ingreso en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) , aunque aun es pronto para determinar -con exactitud- sus patrones de comportamiento.
Virologos y epidemiólogos coinciden en que lo esencial de esta pandemia era y es la prevención, evitar la entrada de casos contagiados a países que aún no habían registrado infectados, cuyo período de incubación era entre dos y catorce días; recomendaban el cribado en todos los aeropuertos y el aislamiento inmediato de personas con síntomas respiratorios, así como sus contactos, pero hay que tener en cuenta que muchos infectados pueden permanecer asintomáticos o estar en periodo de incubación, cuando cruzan fronteras entre países y regiones.
El Número básico de reproducción (Ro) de este virus es de 1,4 a 5,5. Una persona infectada puede producir de uno a seis contagios aproximadamente, aunque es necesario insistir en que el comportamiento de la infección está en continuo estudio.
Los sistemas de salud para hacer frente a esto deben contar con protocolos precisos y oportunos que involucren a gobiernos y comunidades, equipamiento de alto nivel, la compra de equipos de protección específicos para personal sanitario, test suficientes para detectar infectados, respiradores pulmonares, contar con suficiente personal sanitario entrenado, además de infraestructuras sanitarias que permitan el aislamiento de pacientes positivos.
¿Cual ha sido la posición de Cuba frente a esta crisis epidemiológica de carácter mundial?
El gobierno cubano no abandona su propaganda como paradigma social, abanderado en salud y bienestar.
Mantuvo fronteras abiertas, aún cuando países como Venezuela y Bolivia cerraron los vuelos procedentes de áreas con alto índice de infectados por coronavirus.
Promovió activamente el turismo a Cuba en países que ya habían decretado la alarma sanitaria, haciendo campañas de marketing basadas en artículos de información no contrastada, alegando además que el sistema sanitario cubano estaba listo para hacer frente a cualquier situación epidemiológica.
A partir de que dejan entrar a Cuba turistas infectados con coronavirus, la actuación del gobierno debía estar orientada a evitar la propagación dentro de la isla, atendiendo a las recomendaciones emitidas por la OMS:
Evitar aglomeraciones, mantener distanciamiento social.
Aislamiento inmediato de toda aquella persona con síntomas respiratorios.
Realizar test diagnósticos y aislar los contactos con los casos positivos,
Asegurar la disponibilidad de respiradores artificiales modernos y contrastados en la práctica médica de terapia intensiva.
Equipar a profesionales con equipos eficaces de protección personal.
Crear canales de asistencia sanitaria que aseguraran que pacientes con síntomas respiratorios no se mezclen con pacientes de otras patologías.
Especial atención de pacientes en edades de riesgo
Suministrar y asegurar soluciones desinfectantes para la población.
El gobierno cubano se ha mostrado confiado en su gestión y -desacreditando opiniones de cubanos que en redes comparten su experiencia desde países como España, Italia y Estados Unidos- ha estado jugando al victimismo y aprovechando para hacer campaña de su humanidad enviando médicos a Italia y recibiendo un crucero con turistas positivos a COVID-19.
Obviando el detalle de los más de cuatro millones de dólares norteamericanos que cobraron por la gestión aérea de la crisis, sin que sepamos aún a cuánto ascendió el cobro por la gestión portuaria. Un riesgo adicional motivado por intereses políticos.
Orgullosos muestran en paginas oficiales fotos de médicos cubanos vestidos con batas verdes de tela que consideran equipo de protección, grupos de estudiantes de Medicina que -bajo amenaza de perder su carrera- realizan pesquisas activas, casa a casa, de infecciones respiratorias.
Pacientes felices en aislamiento, unos muy cerca de otros con tapabocas de tela, reuniones en cada cuadra para dar indicaciones de protección, asambleas y Mesas Redondas con dirigentes mostrando cara de interés y preocupación, amonestando al pueblo por estar en largas colas para adquirir alimentos. Y partes diarios, con 24 horas de retraso, de infectados, ingresados y pacientes en observación comunitaria.
La propaganda gubernamental parece un mal sueño, cada post, cada imagen, cada artículo son caricaturas del mundo real, donde sanitarios de países desarrollados enferman y hasta mueren por no tener los equipos de protección adecuados, asegurando que el número de infectados seguirá subiendo si los gobiernos no aseguran esto.
En cambio, muestran a los médicos cubanos vistiendo batas de tela y protegidos con “nasobucos” textiles, a pesar de que la OMS, desaconseja su uso por considerarlos ineficaces, en contacto directo con pacientes sospechoso de Covid-19 sin usar guantes, gafas y sin guardar la distancia establecida entre ellos y el paciente.
Los estudiantes de Medicina yendo casa a casa sin la protección recomendada por la OMS, y con el riesgo de que, si uno de ellos, toca una superficie contaminada con patógenos de coronavirus los va a trasladar a todas las casas que visite.
Las reuniones de orientación que realizan promueven las aglomeraciones, no respetan la distancia social, los dirigentes que se muestran en el público de la Mesa Redonda y el Palacio de la Revolución aparecen sentados codos con codos .
En los partes médicos diarios no dicen el número de test realizados a los pacientes ingresados, ni siquiera si se los realizan . Artículos publicados en Infomed aseguran que la prueba disponible es la Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR ) según sus siglas en inglés, con esto obtienen los resultados en hora, entonces por que tienen más de mil pacientes ingresados en observación sin confirmar la infección?
Los test PCR se están realizando al cuarto o al décimo día de inicio de los síntomas, como indica la OMS.
Otro dato que no brindan es el número de respiradores artificiales disponibles , acción que enciende un bombillo rojo sobre la gestión del gobierno, cuando España e Italia están haciendo triage para ventilar pacientes, solamente Madrid, con una población de 6,6 millones de habitantes, ha solicitado al gobierno español más de 500 respiradores. ¿Cuántos tiene Cuba?
¿Cuál es la trayectoria clínica del paciente chino de 52 años, trabajador de una empresa de la Zona Económica de Mariel?
Las autoridades sanitarias cubanas reportan más de 30 mil pacientes que son atendidos en áreas comunitarias. ¿Quien asegura que estos pacientes no sean portadores del virus si no son sometidos a los test?¿Quién asegura que estos 30 mil casos tengan en sus viviendas las condiciones necesarias para aislamiento
¿Cuántos de esos más de 30 mil cubanos cuentan con baños para ellos solos, cuántos de esos más de 30 mil cubanos en cuarentena domiciliaria disponen de productos de desinfección potentes, requeridos y recomendados por la OMS para este tipo de epidemia?
La disponibilidad de alimentos continúa siendo escasa, que implica hacinamiento en mercados y tiendas, con algunos brotes de violencia verbal y conatos frente a la policía por la combinación de pobreza y miedo a enfermarse e incluso morir.
La escasez de lejía y geles desinfectantes aumenta el riesgo de infección en la población, que no puede permanecer en sus viviendas porque no cuentan con reservas de alimentos y artículos de aseo y no todos pueden desinfectar sus manos, tras volver a casa de colas de varias horas para comprar pollo, cerdo, jabones y detergente.
Otra muestra de irresponsabilidad gubernamental es el transporte urbano con personas exhalando encima de las otras; fotos publicadas en publicaciones oficialistas, muestran un chófer desinfectado los ómnibus sin guante y con trapos, que la nota llamó "pequeños recortes de tela".
La crisis sanitaria por coronavirus es mundial, en países del primer mundo mueren -diariamente- cientos de personas sin poder despedirse de sus seres queridos, miles siguen infectados, otros miles viven encerrados entre cuatro paredes sin tocar siquiera las manos de un familiar.
Los sistemas sanitarios del primer mundo colapsados,construyendo y habilitando hospitales en días y el gobierno cubano aún no admite que enfrenta quizá el mayor reto social.
El General de Ejército y Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro Ruz -que si ha cumplido a rajatabla las orientaciones de aislamiento de la OMS porque no se le ha visto en público desde antes de la crisis- dijo muchas veces que la mejor forma de ganar la guerra era evitándola, pero sus continuistas no escuchaban porque renunciaron a la obligación de cuidar a su pueblo.
Los empobrecidos cubanos tienen que prepararse, autoprotegiéndose y huyendo de la propaganda absurda del discurso oficial.
Correr detrás del COVID-19 no vale, por mucho que alardee un gobierno de ser el salvador del mundo; pero cobrando y desprotegiendo a médicos y enfermeras enviados a zonas de riesgo por un puñado de dólares norteamericanos, con fotos de Fidel Castro, pancartas con consignas que no curan nada y banderas cubanas.
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