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Miembros de la Guardia Nacional Bolivariana junto a un grupo de reservistas indígenas de la etnia pemón, se sublevaron este domingo en el estado de Bolívar, cerca de la frontera con Brasil, lo que provocó un enfrentamiento contra militares que responden al gobierno de Nicolás Maduro, en el que se registró al menos un muerto.
Según informó en Twitter el líder pemón Ricardo Delgado, exalcalde de Gran Sabana, los sublevados son los integrantes del batallón 513 Mariano Montilla, ubicado en Luepa, quienes tomaron como rehén a un comandante.
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“Los oficiales están siendo apoyados por 30 indígenas reservistas del Ejército de diferentes comunidades, quienes acudieron al llamado del cese de la usurpación”, precisó.
La insurrección se produjo en la zona conocida como el Arco Minero del Orinoco, un área que abarca 111 000 kilómetros cuadrados y que es rica en oro, diamantes y coltán, mineral muy valorado por su uso en la fabricación de teléfonos móviles. Según Infobae, en ese lugar Rusia instaló radares de última tecnología para presuntamente extraer minerales.
Por su parte, el periodista Román Camacho reveló en la citada red social que en la rebelión se sustrajeron 112 fusiles ak103 y se asaltó un puesto de policía del que tomaron nueve pistolas y cinco escopetas.
En otra publicación, se reportó la muerte de un soldado en el enfrentamiento, así como la detención de un exoficial de la Guardia Nacional que había participado en el asalto, y que resultó herido. Las fuerzas chavistas lograron recuperar 82 fusiles y municiones, y se supo que continuaba el operativo para rescatar las demás.
Por otra arte, el portal independiente El Pitazo reportó que los sublevados intentaron instalarse en el fuerte Escamoto, pero habían retrocedido.
“Los militares envían el siguiente mensaje a compañeros, indígenas y toma la población de la Gran Sabana. Hacemos llamado al Ejército Libertador para que inicie el cese de la usurpación”, tuiteó el medio después.
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