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El libro Gallegas en Cuba, del doctor Julio César González Pagés, se presentó en Cuba como parte del homenaje de la Xunta de Galicia por los 500 años de la fundación de La Habana, en tanto el objetivo del libro viene a ser la revalorización de la emigración en Cuba a partir de rendirle tributo al papel de la mujer gallega en ese contexto.
En el texto se recuerda el modo en que nacieron varias instituciones alrededor del Centro Gallego de La Habana, como Hijas de Galicia, la institución social que sigue existiendo hoy en día, como ejemplo de la capacidad de los gallegos en general, y de las mujeres en particular, de crear asociaciones para integrar sociedades de acogida, y divulgar los valores del pueblo gallego.
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Entonces, el libro visibiliza precisamente la historia de la asociación cubana Hijas de Galicia, surgida en 1914 de la necesidad de proteger a la mujer gallega emigrada y que congregó hasta 58 000 socias en el año 1960. Además, el texto contiene una profunda investigación sobre la historia de las emigradas gallegas que se quedaron en Cuba y no necesariamente devinieron profesionales importantes o famosas, sino que aquí se convirtieron en las abuelas de muchos cubanos.
El autor del libro, Julio César González es nieto de una “filla de Galicia”, una de esas mujeres que forman parte de la historia de Cuba y de Galicia, en tanto promovieron en La Habana diversas iniciativas e instituciones socio-sanitarias entre las que destacan el hospital Hijas de Galicia, probablemente la primera maternidad de América, en el barrio habanero de Luyanó.
Según el autor, el libro es «un canto a la sensibilidad humana, un canto al respeto a nuestras mujeres», respeto por el espíritu solidario y fraterno de mujeres gallegas que aportaron muchísimos valores a nuestra cultura cotidiana y a la conformación del pensamiento y la memoria familiar y nacional.
“El objetivo de la publicación es reivindicar a la mujer gallega, porque su historia es la historia de la inequidad, y quisimos recordar a nuestras gallegas, nuestras abuelas, nuestra familia. Hoy hacemos un acto de justicia hacia esas mujeres que no tuvieron voz”, declaró el reconocido investigador al Portal Cubarte.
En otros momentos de sus declaraciones, el investigador aseguró que Gallegas en Cuba intenta devolverle la presencia concreta, humana, a la familia gallega-cubana, en tanto investiga el pasado de una nación independiente pero muy vinculada a su pasado emigrante pues aunque las mujeres se quedaron en el ambiente doméstico, el aportaron valores a nuestra cultura culinaria y a nuestras costumbres. Por solo mencionar un ejemplo, están aquellos peces grandes de tela, donde se guardaba el pan y eso lo hicieron costureras gallegas que pintaban y cosían sus peces.
El libro se nutrió del Archivo Nacional de Cuba, que atesora una colección inmensa de documentos, y del Instituto de Literatura y Lingüística, que tiene el fondo gallego más grande de Cuba; colecciones de fotografías, cartas y muchos otros documentos.
Muchas personas se acercaron al autor a donarle documentos, y así se conocieron detalles muy reveladores como por ejemplo, que el primer equipo de voleibol de Cuba fue de mujeres gallegas, y lo dirigió Eugenio George, el mismo director de las espectaculares Morenas del Caribe. Eugenio dirigió el equipo de Hijas de Galicia y su esposa fue la capitana de este equipo.
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