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El Centro del Clima del Instituto de Meteorología ha pronosticado, teniendo en cuenta las condiciones oceánicas y atmosféricas existentes y el criterio de expertos, totales de precipitación para este mes de octubre por encima de lo habitual en las regiones occidental y oriental de Cuba.
“La influencia del anticiclón del Atlántico disminuye notablemente con respecto a julio y agosto, lo que, unido al paso frecuente de ondas y bajas tropicales, así como de los primeros sistemas frontales, favorece el incremento de las precipitaciones”, explicó un especialista en Cubadebate.
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“Sobre la base de lo sugerido por los modelos, las condiciones oceánicas y atmosféricas presentes y el criterio de expertos, para este octubre se pronostican totales de precipitación por encima de lo habitual en las regiones occidental y oriental y en la norma para el centro del país”, añadió.
Octubre suele ser más fresco que septiembre aunque, de acuerdo con el meteorólogo, en la última década se han identificado en Cuba aumentos tanto en las temperaturas mínimas como las máximas, que han superado el promedio en la región occidental y que rozan la media histórica en la parte centro-oriental.
El Centro del Clima anticipa para este año temperaturas mínimas sobre la norma en el occidente y por encima en las regiones central y oriental.
El décimo mes del año es, además, uno de los más activos o peligrosos en cuanto a la formación de ciclones tropicales, a los que se asocian directa o indirectamente abundantes lluvias que influyen en los acumulados más representativos del mes.
Las abundantes precipitaciones, por su parte, afectan en muchas ocasiones las viviendas en peor estado constructivo o más antiguas en La Habana. Tras el paso del Irma, en septiembre de 2017, las cifras oficiales contabilizaron 4.288 construcciones con daños, 157 derrumbes totales, 986 parciales, 818 totales de techo y 1.555 parciales de techo.
En octubre del año pasado, un derrumbe en el municipio de Centro Habana causó la muerte a un adolescente, en un edificio de cinco plantas en la calle Neptuno 511, entre Perseverancia y Campanario.
En ese mismo municipio, casi por las mismas fechas, una estudiante de Microbiología en la Universidad de La Habana, declaró que ella y otras familias vivían en un inmueble que había sido declarado inhabitable veinte años atrás.
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