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Un grupo de familias afectadas por el tornado que asoló La Habana el pasado 27 de enero, ha denunciado al diario Juventud Rebelde las chapucerías que hicieron los trabajadores de la UEB Julio Antonio Mella, de la Construcción, cuando reconstruyeron sus viviendas.
Dayami Lugo Quintero, vecina de la Calzada de Regla, Pasaje Terminal, entre Julio García y Reynaldo Cruz, en el municipio Regla, escribió a la sección Acuse de Recibo en nombre de toda una comunidad que lleva más de dos meses con las casas recién construidas inundadas de agua de fosa, debido a la mala ejecución del registro sanitario.
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“Los tubos utilizados cuelgan de una loma para abajo, sin apoyarse siquiera en la tierra. Sin enterrarlos. Y para rematar, fueron entroncados en el tubo del registro sanitario de mi casa (que no fue de las recién construidas), con unas dimensiones mucho menores a las del registro central recién construido. Así, es imposible evacuar los desechos que vierte toda una comunidad, a través de unos tubos de mayor dimensión (y en bajada) en un tubo y un registro diseñado para una casa”, relató la afectada.
Según Lugo Quintero, aunque la situación fue denunciada ante el gobierno municipal y otras entidades encargadas, hasta el momento nadie se ha interesado en darles respuesta.
Por su parte, el jefe de la brigada constructora y el director de la empresa a la que pertenece alegan que el trabajo está bien hecho y que ellos no poseen más recursos para solucionar el problema, que empeora cada día.
La misma brigada, por su partem continúa “reparando” otras viviendas a solo dos o tres casas de la chapucería. “Lo ven, pero no dicen nada”, recalcó la denunciante.
Esta no es la primera queja de la mala calidad de las obras constructivas que plantean los damnificados del tornado. En mayo pasado, una residente del barrio de Luyanó, en el municipio Diez de Octubre, criticó que las pocas edificaciones que el gobierno había finalizado estaban mal hechas.
“Las construcciones van con lentitud, no han podido completar ni la mitad de las viviendas, y las pocas que se han terminado están realmente mal hechas y ya se notan los defectos”, aseguró entonces la mujer, que había perdido las tejas del techo de su hogar.
En junio, otra afectada llamada Juany Hernández acusó al gobierno de no poner interés en su caso, pese a que vivía junto a su hermana postrada y su madre enferma en un inmueble precario, con agujeros y humedades en el techo, grietas en las paredes y un mobiliario completamente destrozado.
"Estoy desesperada, mi casa aún no me la arreglan. Desde el tornado sólo se han burlado de mí y me han engañado...," denunció en su perfil de Facebook.
El tornado que pasó por varios municipios de La Habana dejó afectaciones en 8.319 viviendas, de ellas, 1.068 derrumbes totales. Además, causó la muerte de siete personas y dejó miles de evacuados.
Desde que ocurrió el fenómeno, el gobierno de la Isla ha recibido progresivamente ayuda de varios países y organismos internacionales como Naciones Unidas, que en febrero anunció que donaría 14,3 millones de dólares para colaborar con la recuperación de la ciudad.
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