Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba publica informe final del accidente aéreo en La Habana

Los factores contribuyentes al incidente fueron: inconsistencias en el entrenamiento de las tripulaciones; errores en los cálculos de peso y balance y bajos estándares operacionales puestos de manifiesto en el vuelo.

Accidente aéreo en Cuba © Granma
Accidente aéreo en Cuba Foto © Granma

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El desastre aéreo que costó la vida a 112 personas en las inmediaciones del aeropuerto internacional de La Habana en 2018 fue causado mayormente por "el factor humano", según las conclusiones finales de la investigación del trágico incidente divulgados por el Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba (IACC).

“La CEIAA [Comisión Estatal de Investigación de Accidentes de Aviación] ha considerado que la causa más probable del accidente fue el desplome de la aeronave, como consecuencia de su entrada en posiciones anormales inmediatamente después de la separación del tren de aterrizaje de la superficie de la pista (Lift off) durante el despegue, que condujeron a la pérdida de control de la misma debido a una cadena de errores, con preponderancia en el factor humano”, sostiene el informe.


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El IACC hizo público el informe final del accidente aéreo de Global Air del 18 de mayo de 2018, del cual se conocía hasta el momento solo un breve resumen.

Según el documento, los factores contribuyentes al incidente fueron las inconsistencias en el entrenamiento de las tripulaciones, errores en los cálculos de peso y balance, y bajos estándares operacionales puestos de manifiesto en el vuelo.

El suceso tuvo lugar a las 12:10:10 p.m. hora local, cuando un avión de Global Air iba desde el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana al Aeropuerto Internacional Frank País de Holguín.

Según la Comisión de Investigación, CEIAA, "la aeronave, después de la pérdida de control se precipitó a tierra y se destruyó totalmente como consecuencia del impacto contra el terreno y el fuego".

La investigación ordenada por el gobierno cubano se realizó por parte de la CEIAA, que incorporó a expertos de Cuba, México (como Estado de matrícula y del explotador) y Estados Unidos (Estado de diseño y fabricación),, que envió sus representantes acreditados y asesores.

"En su trayectoria de caída, impactó contra el terreno, afectando las áreas cultivadas; un pequeño almacén de insumos agrícolas; cables de alta tensión; flora del lugar (árboles) y la línea ferroviaria. El fuselaje delantero se encontró a un lado de la línea ferroviaria en dirección a la pista. En esta zona se encontró la mayor parte del motor izquierdo; además, partes del ventilador del motor derecho. Detrás de la línea ferroviaria, hacia los árboles, se encontraron las semialas, el centroplano, los trenes de aterrizaje, el APU y algunas partes del motor derecho, así como la sección de cola, que quedó empotrada en una edificación del lugar (el almacén agrícola)", relata el informe.

Los investigadores involucrados descartaron que el accidente estuviese directamente relacionado con el estado técnico de la aeronave, a pesar de que la aerolínea (Global Air) y su organización de mantenimiento exhiben problemas y fallas “en las buenas prácticas para ejecutar mantenimiento”.

En cuanto a los motores, se sostiene que ambas unidades de potencia estuvieron funcionando hasta el momento del impacto de la aeronave con la tierra.

Como conclusiones, el informe detalla que la aeronave reunía las condiciones de aeronavegabilidad en el momento de su despacho para el vuelo, y que la muestra de combustible obtenida era del grado y calidad correctos y no contenía contaminación.

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