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Las compañías de viajes marítimos Royal Caribbean, Norwegian Cruise Line y Carnival Cruise Line anunciaron el jueves reajustes en sus rutas e itinerarios, ante la inminente llegada del huracán Dorian a las costas estadounidenses.
De acuerdo con reportes de WSVN, el Navigator, Majesty, Mariner, todas embarcaciones pertenecientes al Royal Caribbean y cuya salida estaba prevista para el lunes, no navegarán hasta el próximo miércoles. Lo mismo sucederá con los cruceros The Empress, Harmony y Allure, los cuales tenían, originalmente, como fecha de inicio de recorrido el domingo.
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Por otra parte, el Norwegian Cruise Line notificó sobre la cancelación de todos sus viajes con destino al Cayo Stirrup Grande, una pequeña isla que forma parte de la mancomunidad de las Bahamas. El Norwegian Sky deberá regresar a Miami el viernes, un día antes de lo previsto. Mientras que el Norwegian Sun, pasará el viernes en el mar y llegará el sábado a Cozumel, México.
Sin embargo, la entidad aún no ha clarificado si el Norwegian Breakaway regresará a Port Miami el domingo.
Carnival Cruise Line también llevó a cabo revisiones de todos sus programas del miércoles, sobre todo, aquellos cuya salida estaba prevista desde Port Miami o Fort Lauderdale.
Funcionarios de las tres compañías han publicado declaraciones en relación con los reajustes. En ellas, garantizan que los cambios se llevan a cabo con vistas a “la comodidad y seguridad” de sus clientes y miembros de cada una de las tripulaciones. No obstante, todas estas decisiones podrían estar sujetas a modificaciones, en dependencia del recorrido del huracán.
Este sábado cerca de las 8:00 a.m (hora local) el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) señaló que Miami-Dade ya no estaba incluida en la posible trayectoria de Dorian. La tormenta, que alcanzó la categoría 4 en la escala de Saffir-Simpson, presenta vientos sostenidos de 145 millas por horas con ráfagas de hasta 165. Por el momento, no se descarta que llegue a la categoría 5 el fin de semana.
Si Dorian continúa fortaleciéndose en el Atlántico y toca tierra el lunes con vientos sostenidos de 130 mph (alrededor de 209 kph) como se ha pronosticado, se convertirá en el huracán que más fuerte azote la costa de la Florida desde Andrew, en 1992.
Todos los condados de la Florida tienen decretado el estado de emergencia, y el gobernador Ron DeSantis instó a los residentes en el estado a abastecerse de agua y comida para una semana.
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