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El Gobierno de Cuba continúa su particular cruzada contra los cuentapropistas y este viernes publica en la Gaceta Oficial nuevas normas jurídicas para eliminar "las desviaciones" de las cooperativas no agropecuarias, informan los medios estatales.
“La prioridad es concentrar los esfuerzos en la consolidación de las constituidas” lo que no significa “dejar de avanzar en el experimento, sino hacerlo de manera coherente, eliminando las desviaciones que han ocurrido para lograr su generalización”, dijo Yovana Vega Matos, segunda jefa del Área de Perfeccionamiento a Entidades de la Comisión de Implementación al sitio oficialista Cubadebate.
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Las autoridades nacionales y provinciales insisten en los últimos meses en regular a los poco más de 605.000 cuentapropistas con el establecimiento de precios topados en los productos y servicios que comercializan a la población.
Desde La Habana limitan a los trabajadores privados, mientras en el sector estatal los precios siguen estando alejados del alcance de los ciudadanos y los robos siguen presentes por los bajos salarios.
Entre las desviaciones, recogidas en Cubadebate, están precisamente la "apropiación indebida de recursos e ingresos y corrupción, existiendo, en algunos casos, concertación entre cooperativas y entidades estatales para cometer ilegalidades, sobre todo en el sector de la construcción", "deficiencias en los registros contables" y el "incremento en los precios", por solo citar algunas.
La nueva normativa, que entrará en vigor en noviembre, define las cooperativas no agropecuarias como cooperativas de trabajo, "donde los socios tienen como principal contribución su trabajo personal", apunta ese medio.
Cuba abre un poco las limitaciones territoriales impuestas a las cooperativas, salvo en el caso de la construcción que necesitará permiso del Ministerio correspondiente para operar en otras provincias.
Solo tendrán alcance nacional la "reparación y mantenimiento de máquinas para confecciones textiles, equipos tecnológicos, equipos de pesaje, de climatización y refrigeración, boleras y carpintería de aluminio", especificó la funcionaria, aunque acotó que "podrán comercializar sus productos o servicios a entidades o personas naturales radicadas en otros territorios".
Entre los cambios para las cooperativas no agropecuarias están la introducción de "un límite máximo de tres veces entre el socio que más ingresos percibe y el de menos", detalla la agencia estatal Prensa Latina en línea con la fijación socialista de limitar el enriquecimiento de los ciudadanos.
Además de congelar y devolver a los ciudadanos los nuevos proyectos de este tipo de cooperativas, el Gobierno cubano podrá suspender hasta seis meses la licencia de la ya existentes si detectan "problemas o deficiencias en la gestión".
Cuba seguirá sin permitir la creación de otras cooperativas de este tipo, una medida establecida desde 2017.
El país cuenta con unas 400 que agrupan a más de 17 mil socios y tiene representación en 10 sectores de la economía, con ingresos superiores a 6 mil millones de pesos en el año 2018, agrega Cubadebate.
Desde 2012 hasta la actualidad, Cuba mantiene en fase experimental las cooperativas no agropecuarias, donde están las gastronómicas que son criticadas por medios oficialistas por su baja calidad y precios, algo que pocas veces hacen con los centros estatales, como con el recién inaugurado Coppelia habanero.
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