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Con 78 años Nidia Silva pudo nadar entre delfines. La experiencia no fue en un acuario ni una playa, sino en el Parque Dominó, de La Pequeña Habana, en Miami.
Un proyecto impulsado por Alexandra Ivanovitch con el nombre VR Genie permite contrarrestar la soledad y el aislamiento social en personas de la tercera edad a través de la realidad virtual, reseña la agencia noticiosa AFP
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Según contó la Doctora en humanidades digitales “usamos la realidad virtual para cumplir los deseos de los mayores. Si quieren ir a algún lugar en el mundo al que no hayan ido, y que está en su lista de deseos, los podemos llevar”.
Mientras las fichas del dominó se iban colocando encima de las mesas los ojos de algunos se iban llenando de imágenes de realidad virtual que no solo los trasladaban en el espacio, sino en el tiempo. Para Nidia era como volver a ver el mar de Cuba, de donde se fue hace 19 años.
Este proyecto cuenta con el financiamiento del condado de Miami-Dade, para llevar cascos de realidad virtual a casas de ancianos.
"En realidad buscamos reconectarlos con el mundo. Muchos ancianos no tienen la posibilidad física o financiera de salir a ver el mundo. Básicamente se los llevamos", explicó Ivanovitch.
Para el neurosicólogo Aldrich Chan “actividades como la imaginación guiada y la meditación pueden ser muy beneficiosas para las funciones cognitivas”, dijo a AFP.
“Las intervenciones sobre el comportamiento pueden ser muy beneficiosas para los individuos. La realidad virtual se coloca exactamente en la mitad”, agregó.
Investigaciones hechas recientemente muestran que la realidad virtual puede servir para ayudar a las personas con depresión, ansiedad, síndrome de estrés postraumático y otros problemas de salud mental, señala la agencia noticiosa francesa.
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