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En momentos en que Washington valora nuevas restricciones financieras contra Cuba, dos senadores estadounidenses asumieron este lunes el desafío de reintroducir en el Congreso un proyecto legislativo que eliminaría las barreras para el otorgamiento de créditos privados en favor de las exportaciones agrícolas de Estados Unidos hacia la isla.
La llamada Ley de Expansión de Exportaciones Agrícolas de 2019 fue presentada por los senadores John Boozman, republicano por Arkansas, y Michael Bennet, demócrata por Colorado y aspirante a la presidencia en el 2020, y busca apartar un importante obstáculo para que los agricultores y ganaderos de todo el país tengan mayor acceso al mercado cubano, señaló un comunicado suscrito por los patrocinadores.
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"Hemos escuchado fuerte y claro que los agricultores y ganaderos estadounidenses quieren la oportunidad de competir y vender sus productos en todo el mundo, incluso en el mercado cubano. A pesar de nuestro progreso en la Ley Agrícola de 2018, las restricciones comerciales existentes con Cuba continúan poniendo a nuestros agricultores y ganaderos en desventaja", dijo Bennet en la declaración.
La Ley Agrícola de Estados Unidos, aprobada el pasado año, incluyó una cláusula que permite utilizar fondos de los programas de promoción de exportaciones del Departamento de Agricultura en el mercado cubano. Boozman fue uno de los promotores de esa provisión legislativa favorable a las ventas a Cuba.
Sin embargo, un reporte del Consejo Económico y Comercial Cuba-EEUU, con sede en Nueva York, reveló que ninguna de las 87 solicitudes realizadas en el 2019 para acceder a los $201 millones asignados al Departamento de Agricultura está relacionada con promoción de exportaciones hacia el mercado cubano.
Boozman recordó que Cuba importa el 80 por ciento de sus alimentos, pero los empresarios estadounidenses están en desventaja al impedírseles el financiamiento privado.
"Nuestro proyecto de ley elimina esta barrera, lo que permite a nuestros productores agrícolas competir y, al mismo tiempo, expone a los cubanos a los ideales, valores y productos estadounidenses. Es un pequeño paso, pero que puede generar grandes dividendos para los agricultores estadounidenses y el pueblo cubano", opinó Boozman en la declaración.
La iniciativa bipartidista coincide con un período de alza en las compras cubanas de productos alimenticios en Estados Unidos, en medio de una profunda crisis de desabastecimiento y racionalización de alimentos en la isla.
Solo en el primer trimestre de 2019 las ventas de alimentos de compañías estadounidenses a Cuba se dispararon en un 30 % con relación al mismo período del pasado año. El monto asciende a $90 millones de dólares y la mayoría de las adquisiciones son de pollo congelado.
Durante el 2018, la empresa estatal Alimport adquirió $224.9 millones en el mercado norteamericano.
Aunque las ventas de productos agrícolas a Cuba fueron autorizadas por el Congreso en 2000, las reglas del embargo impiden la concesión de financiamiento en las operaciones comerciales con el gobierno cubano. La Ley de Sanciones y Reformas Comerciales (TSRA) impide otorgar créditos privados para las exportaciones a la isla y obliga a la empresa Alimport a pagar los productos estadounidenses en efectivo y por adelantado.
El gobierno cubano desembolsa anualmente unos $2,000 millones de dólares para garantizar alimentos de la canasta básica y los suministros del turismo. Pero las dificultades con el flujo de efectivo han limitado regularmente las operaciones comerciales con Estados Unidos, que debía ser el principal mercado de alimentos de la isla.
"Como resultado, los productos agrícolas estadounidenses se han vuelto menos competitivos y Cuba ha recurrido a otros países que pueden otorgar crédito directamente a los compradores cubanos para realizar transacciones", consideraron ambos senadores.
La mayor cantidad de compras cubanas en Estados Unidos se produjeron en 2008, con un total de $710 millones de dólares.
El proyecto legislativo enmendaría la TSRA para permitir el financiamiento privado de las exportaciones agrícolas en beneficio de los agricultores estadounidenses que compiten en el mercado global.
Sin embargo, la propuesta emerge en un momento de confrontación entre La Habana y Washington tras el anuncio de la administración de Donald Trump de endurecer el embargo con nuevas restricciones a los viajes, remesas y transacciones financieras con Cuba.
De hecho, entre las limitaciones propuestas por la Casa Blanca al Departamento del Tesoro están las operaciones financieras que permiten a ciudadanos y compañías cubanos el uso de sucursales en terceros países usando el sistema bancario de Estados Unidos. Se espera que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) anuncie las medidas en julio.
En contraste, delegaciones de empresarios y funcionarios agrícolas han viajado recientemente a Cuba para abogar por el incremento de relaciones comerciales entre ambos países.
A comienzos de este mes. una delegación encabezada por el secretario de Agricultura de Delaware, Michael Scuse, visitó Cuba y abogó por una política de "puertas abiertas" al comercio con la isla.
Los copatrocinadores originales de la Ley de Expansión de Exportaciones Agrícolas de 2019 incluyen a los senadores partidarios de la normalización de las relaciones y el comercio con Cuba, entre ellos los demócratas Patrick Leahy (Vermont), Tom Udall (Nuevo México), Debbie Stabenow (Michigan) y Amy Klobuchar (Minessota), y los republicanos Jerry Moran (Kansas), Mike Enzi (Wyoming), y Kevin Cramer y John Hoeven (Dakota del Norte).
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