Vídeos relacionados:
Washington, 3 feb (EFEUSA).- El presidente de EE.UU., Donald Trump, admitió este domingo que le costaría permitir que su hijo pequeño, Barron, de 12 años, jugara al fútbol americano, aunque aseguró que en última instancia dejaría que él decidiera.
Trump hizo esos comentarios en una entrevista con la cadena CBS, que se retransmitió hoy, el mismo día en que el que los Patriots de Nueva Inglaterra y los Rams de Los Ángeles se enfrentan en el "Super Bowl", la mayor fiesta del deporte en EE.UU.
Lo más leído hoy:
Preguntado sobre si dejaría a su hijo practicar ese deporte, Trump contestó: "Es una pregunta muy muy difícil. Una pregunta muy buena. ¿Si el quisiera? Sí. ¿Le encaminaría a eso? No, no lo haría".
"Es un deporte peligroso -añadió- y creo que es muy difícil (...) Odio decirlo porque me encanta ver el fútbol. Y creo que la NFL (Liga de Fútbol Americano) es un gran producto, pero realmente creo que en lo que respecta a mi hijo, bueno he oído a jugadores de la NFL diciendo que no dejarían a sus hijos jugar al fútbol. Así que no es algo único, pero me costaría mucho hacerlo".
Barron Trump, de 12 años, es el hijo pequeño del presidente y el único que tiene con la primera dama, Melania Trump, que es su tercera esposa.
Según explicó el mandatario, Barron juega mucho al fútbol, conocido con el término "soccer" en Estados Unidos.
"Juega mucho al fútbol. Le gusta el fútbol. Y mucha gente incluyéndome a mí, pensaba que el fútbol probablemente nunca lo lograría en este país, pero realmente está avanzando rápidamente", opinó Trump.
El mandatario y la primera dama tienen previsto ver la final de la liga estadounidense de fútbol americano en uno de sus clubs de golf, en Palm Beach (Florida).
El expresidente Barack Obama (2009-2017), que tiene dos hijas, también dijo en una entrevista en 2013 que tendría que pensar "mucho y muy duro" antes de dejar practicar fútbol americano a un hijo varón, si es que tuviera uno, debido al riesgo de sufrir graves lesiones.
En los últimos años, la Liga de Fútbol Americano ha recibido críticas debido a que algunos de sus jugadores han sufrido daños cerebrales permanentes debido a repetidos golpes en la cabeza.
Una de esas enfermedades es la CTE (encefalopatía crónica traumática), un mal degenerativo que solo se detecta después de la muerte y que se ha detectado en las autopsias de deportistas que recibieron repetidos golpes en la cabeza, incluyendo jugadores de fútbol americano y de hockey sobre hielo.
Archivado en: