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De acuerdo con un comunicado del Ballet Nacional de Cuba, la compañía presentará ese clásico que es El lago de los cisnes todos los fines de semana de enero y la primera semana de febrero en el mismo teatro donde tantísimas veces ha subido a escena el clásico inagotable.
Los protagonistas del sábado, 5 de enero, serán Sadaise Arencibia y Raúl Abreu, mientras al día siguiente subirán a escena Yanela Piñera, quien actualmente cumple un contrato de trabajo en el Ballet Queensland, de Australia, y Dani Hernández. Antes de ellos, y después, participarán otras parejas seleccionadas entre los mejores de la actual compañía.
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Con prestigio de ser el mejor cisne blanco, dentro de las figuras actuales del Ballet Nacional, Sadaise Arencibia es famosa por su delicadeza y lirismo en el segundo acto de este ballet, estrenado en 1877, en el Teatro Bolshói de Moscú.
Antes de que la compañía cubana lo convirtiera en un clásico de su repertorio, El lago de los cisnes conoció una segunda vida gracias a los coreógrafos del Teatro Mariinsky de San Petersburgo, Marius Petipa y Lev Ivanov, en un espectáculo tan exitoso que se convirtió en punto de partida de todas las versiones posteriores, incluida la cubana.
En la segunda mitad del siglo XX, Alicia Alonso construyó su propia versión de El lago de los cisnes a partir de la de Petipa e Ivánov, con una demanda técnica superior, y así trascendió esta prueba de fuego, con sus 32 fouettés consecutivos, a las cuatro joyas y a las tres gracias, y cada una de las siete geniales bailarinas cubanas (Josefina Méndez, Aurora Bosch, Loipa Araujo, Mirtha Pla, Rosario Suárez, Ofelia González y Amparo Brito) interpretó a su inolvidable manera a esta protagonista doble, tierna y lánguida en el segundo acto, perversa y seductora en el tercero.
Ante esta tradición de grandiosas intérpretes de Odette-Odile, Sadaise Arencibia representa un triunfo del estilo y la finura, dos elementos cada vez más raros en una época como la actual donde domina la espectacularidad fácil y el tecnicismo más deportivo que artístico.
Sadaise ha bailado muchas veces El lago…, y particularmente el adagio o pas de deux del segundo acto, y por tanto ha llevado el papel del cisne blanco a un nivel de perfección casi inalcanzable por sus coetáneas de la compañía, más atentas a los balances y los giros impresionistas que a la interpretación profunda, dolida, de un personaje escindido y trágico.
Primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba NC desde 2009, Sadaise Arencibia está nuevamente ante la posibilidad de romper todo encasillamiento anterior en su exitosa carrera, y asumir una vez más, con similar perfección y entrega, el cisne blanco y el negro, la suavidad y la bravura.
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