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WASHINGTON/TIJUANA, México, 26 nov (Reuters) - El presidente Donald Trump dijo el lunes que México debería enviar de regreso a los migrantes que buscan asilo en Estados Unidos, un día después de que las autoridades cerraron el cruce fronterizo sur más activo del país y dispararon gases lacrimógenos a la multitud.
El incidente del domingo ocurrió cuando un grupo de personas corrió hacia la cerca en la frontera, el episodio más reciente de una serie que ha enfrentado la postura de línea dura de Trump sobre la inmigración contra un grupo de miles de inmigrantes de países centroamericanos violentos y empobrecidos.
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Las tensión ha aumentado en Tijuana y Trump anunció el sábado que los migrantes tendrían que esperar en México hasta que sus solicitudes de asilo se resuelvan en Estados Unidos, un cambio significativo de la política de Washington que podría dejar en su vecino del sur a miles de centroamericanos durante más de un año.
Trump fue incluso más allá el lunes y dijo que México debería repatriar a los inmigrantes, en su mayoría hondureños.
"México debería llevar a los migrantes que ondean banderas, muchos de los cuales son criminales de sangre fría, de vuelta a sus países. Háganlo en avión, háganlo en autobús, háganlo de la manera que deseen, pero NO van a ingresar a Estados Unidos. Cerraremos la frontera permanentemente si es necesario. ¡Congreso, financie el MURO!", escribió Trump en su cuenta de Twitter.
Los comentarios de Trump no tuvieron una respuesta inmediata de funcionarios mexicanos. Pero el director de la Autoridad de Inmigración, Gerardo García, dijo al canal de televisión Televisa que 98 personas habían sido arrestadas y estaban en proceso de deportación a partir del domingo por la noche.
Unos 7.400 migrantes se han congregado en el estado mexicano de Baja California, en las ciudades de Tijuana y Mexicali, lo que ha provocado tensiones en días recientes que han ido en aumento, cuando otras 800 personas siguen su marcha hacia la frontera con Estados Unidos.
Muchos de los migrantes que están en Tijuana han dicho que esperarán allí hasta que puedan pedir asilo.
Trump ha prometido que los solicitantes de asilo no ingresarían fácilmente al país y el lunes amenazó nuevamente con cerrar la frontera entre Estados Unidos y México, de 3.200 kilómetros.
México ha estado en negociaciones con Estados Unidos para un posible plan que mantenga a los migrantes en el país mientras se procesan sus solicitudes de asilo.
"Anoche todo estuvo tranquilo pero muchos de nosotros estamos pensando en movernos (...) Yo casi me ahogo, nadie esperaba que nos fueran a tirar gas. Me caí en el agua sucia cuando estaba corriendo y hasta ahora no tengo ropa para cambiarme. Aún así no voy a regresar a Honduras, yo quiero ir a Estados Unidos", dijo Melkin González, de 26 años.
Críticas por el uso de gas
Agencias del gobierno de Estados Unidos defendieron la dura respuesta al incidente del domingo en el cruce de San Ysidro al sur de San Diego. Imágenes de televisión que mostraron a niños que huyen de gases lacrimógenos provocaron fuertes críticas.
"Usar gases lacrimógenos contra familias parece innecesario", dijo a CNN Lee Gelernt, subdirector del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU.
Rodney Scott, jefe de la Patrulla Fronteriza en San Diego, dijo que la mayoría de los detenidos el domingo no calificarían para pedir asilo y que eran pocas mujeres y niños.
"Lo que vi ayer en la frontera no era gente acercándose a las autoridades para pedir asilo", sostuvo Rodney Scott, jefe de la Patrulla Fronteriza en San Diego.
Trump repitió el lunes su llamado al Congreso para que financie un muro fronterizo mientras los legisladores regresan a Washington el lunes tras las vacaciones de Acción de Gracias en Estados Unidos, con los fondos del gobierno federal a las puertas de expirar el 7 de diciembre.
El mandatario ha amenazado repetidamente con una paralización del gobierno federal a menos que el muro esté financiado.
Escrito por Susan Heavey; Editado en español por Juana Casas y Javier Leira.
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