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La aerolínea mexicana Global Air, propietaria del Boeing 737-200 que se estrelló en La Habana, acaba de recibir varias sanciones equivalentes a 1.7 millones de pesos (poco más de 90.000 dólares) por “deficiencias en sus procedimientos”, informó el periódico Reforma.
"Fueron un conjunto de sanciones por fallas administrativas detectadas durante la supervisión (iniciada tras el accidente en Cuba)", dijo Luis Gerardo Fonseca, titular de la Dirección General de Aeronáutica Civil de México (DGAC).
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La empresa fue notificada de estas sanciones el 5 de octubre pasado, pero mediante un juicio de nulidad busca no pagar este monto, comentó el funcionario en el marco de la comparecencia en el Senado de Gerardo Ruiz Esparza, Secretario de Comunicaciones y Transportes del país azteca.
En septiembre pasado, Fonseca había afirmado que la empresa incurrió en diversas faltas administrativas, entre ellas deficiencias en el registro del mantenimiento de los tres aviones que operaba, incluido el del accidente, y las actividades de los talleres donde se realiza este proceso.
El pasado 2 de octubre la aerolínea hizo entrega a la DGAC de una documentación con la cual buscaba solventar las observaciones. "Pero no se consideraron suficientes para solventarlas", por lo que se acordó fijar las sanciones correspondientes, acotó el titular.
De acuerdo con Fonseca, la DGAC recibió el lunes pasado una notificación sobre un juicio de nulidad que inició Global Air para evitar ser sancionada, así que “por ahora, no podrá ser cobrado tal monto”. La disputa, dijo, podría extenderse entre uno o dos años.
En tanto, recordó que Global Air no está en operaciones actualmente, pues ha dado de baja las matrículas de los dos aviones que todavía tenía.
Rentada por la estatal Cubana de Aviación, la aeronave de Global Air que se estrelló poco después de despegar del Aeropuerto de La Habana el pasado 18 de mayo dejó un saldo de 112 fallecidos, incluida su tripulación mexicana.
Aunque la investigación sobre las causas del accidente aún sigue en curso, la compañía emitió un comunicado en julio en el que culpó sus pilotos. Según afirmó, estos habrían despegado con "un ángulo de ascenso muy pronunciado", lo que creó una “falta de sustentación que trajo como consecuencia el desplome”.
La compañía también criticó la decisión de autoridades mexicanas de suspender su licencia operativa tras las denuncias de ex miembros de su tripulación.
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