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Lourdes y Yulieski Gurriel entraron en la historia de Grandes Ligas al convertirse en la primera pareja de hermanos que conecta par de jonrones en un mismo juego. Lourdes Jr. lo hizo en la derrota de su equipo en Toronto ante los Rays de Tampa. Su primer bambinazo de la noche vino en la 1ra entrada y el 2do en la 4ta ante el zurdo Jalen Beeks.
Por otra parte, en el Minute Maid Park de Houston, Yuli Gurriel tuvo una de las mejores jornadas desde que llegó a las Mayores. Pegó grand slam en el 1er inning ante el zurdo Andrew Heaney y luego en la 3ra le azotó nuevamente con dos en bases, en total Yulieski se fue con siete remolcadas y llegó 81.
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Los Gurriel dejaron atrás a varias parejas de hermanos que no pudieron lograr la hazaña en más de 20 años. Los espirituanos lo lograron en su primer año juntos al mismo nivel. Ni Hank Aaron y su hermano. Ni Roberto y Sandy Alomar. Ni Marcus y Brian Giles. Ni J.D. Drew o Stephen Drew. Ni Brett Boone y Aaron Boone. Parejas todas que entre ambos sobrepasaron los 300 bambinazos.
La hazaña de los espirituanos, para más extrañeza, llegó en la misma primera temporada que juegan juntos en la liga. No en la 6ta ni en la 12ma. En la primera.
Entre algunas casualidades de hermanos tenemos a los Upton. Ambos arribaron a 100 jonrones en sus carreras el mismo día. Incluso, jugando juntos en Atlanta, pegaron jonrones consecutivos también conocidos como "back to back".
Revisando en la historia encontré que Jason Giambi pegó dos jonrones el 1 de abril de 2003 ante Toronto, mismo día que su hermano Jeremy daba otro ante Tampa. Jason y Jeremy dieron dos jonrones en un partido en mayo de 2002 con cuatro días de diferencia.
Los que más cerca estuvieron de lograrlo fueron los hermanos Boone. El 6 de mayo de 2001, Brett dio dos jonrones y un día después Aaron Boone -actual manager de Yankees) lo imitaba con dos más. El 17 de mayo de 2003 volvieron a estar a punto de lograrlo cuando Brett sonó dos y Aaron uno.
Aunque se necesitan varios factores para alinearse, nadie lo hizo hasta la noche del 21 de septiembre de 2018. Dos cubanos jugando juntos por vez primera dejaron esta increíble historia, digna de la consulta de los astros o alguna combinación matemática no descubierta.
Una vez más, el béisbol es la base de lo surrealista e inverosímil.
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