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El Boeing 737-200 que se estrelló el pasado viernes en La Habana, causando la muerte de 110 personas, tenía prohibido volar en Guyana debido a que su “desempeño no era bueno”, dijo a la cadena BBC el director general de la Autoridad de Aviación Civil de Guyana, Egbert Field.
La aeronave tenía unos 40 años de antigüedad y ya había volado para otras aerolíneas bajo la marca de la mexicana Global Air. El pasado año, fue arrendada por la compañía hondureña de bajo coste EasySky para cubrir la ruta La Habana-Georgetown, capital de Guyana.
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Pero antes de que se cumpliera el lustro desde que se inició el servicio, autoridades de Guyana suspendieron el permiso para volar de la aeronave y le revocaron la licencia a EasySky porque "el desempeño del avión no era bueno", subrayó Field.
Propiedad de Global Air, la nave comenzó a ser nuevamente alquilada por la aerolínea Cubana de Aviación hace menos de un mes, según declaró este sábado a la prensa el ministro cubano de Transporte, Adel Yzquierdo.
Esta es una práctica bastante habitual en la isla y no un hecho aislado, explicó Yzquierdo, que se escudó en que el embargo económico que Estados Unidos mantiene sobre el país caribeño desde hace décadas le dificulta adquirir aviones nuevos.
La modalidad de arrendamiento que Global implementó con EasySky y Cubana de Aviación recibe el nombre de wet lease ("alquiler húmedo" en inglés), ya que la propietaria no sólo alquila la nave sino que también provee al cliente de tripulación y personal de mantenimiento.
De acuerdo con lo explicado por Yzquierdo, esto quiere decir que el avión accidentado se sometía a revisiones técnicas en México, donde están a cargo de la Dirección General de Aeronáutica Civil. La última revisión la superó en noviembre de 2017.
"El avión sólo se quedaba dos horas en Guyana y luego se iba. Así que las inspecciones sobre asuntos mayores de mantenimiento se hacían en México y las de asuntos menores, en Honduras", afirmó Field.
Según el alto directivo guyanés, a principios del año pasado, la Aviación Civil de su país empezó a recibir "información negativa" sobre el funcionamiento del Boeing. "Eran asuntos menores", dijo.
"Le transmitimos a las autoridades hondureñas nuestras sospechas de que las inspecciones podían no estarse realizando bien en su territorio y algunos fallos que habíamos hallado", explicó.
Durante "una inspección superficial", un especialista guyanés detectó fallos en el aparato. "No eran lo suficientemente graves para impedirle volar, pero nos preocuparon", señaló el funcionario.
Field contó también a la BBC que "un observador" advirtió a la Autoridad de Aviación Civil que había visto al avión recorriendo una distancia más larga de lo usual para poder despegar, lo que llevó a los responsables guyaneses a solicitarle a EasySky que le entregara la caja negra que registra los datos del vuelo, algo "muy inusual", según el funcionario.
De acuerdo con funcionario, los resultados de la caja negra arrojaron que el avión "no funcionaba con normalidad" ni "a la perfección".
"Eso, junto a la forma en que estaba siendo operado, que no era como dicta la aviación comercial, hizo que yo decidiera suspender el permiso de vuelo de la aeronave y revocar la licencia de EasySky en Guyana" apuntó.
Otras denuncias similares
El testimonio de las autoridades guyanesas se suma al emitido recientemente por el expiloto de Global Air, Marco Aurelio Hernández, quien aseguró al diario Milenio que la misma aeronave siniestrada tenía una denuncia por falta de mantenimiento en 2013.
"Varios incidentes tuve en esta compañía como fallo de motor, se nos fue el sistema eléctrico despegando de México en una ocasión. Yo venía a bordo, íbamos México-Cuba, el jefe de mantenimiento iba a bordo también, tuvimos que regresar y reparar las líneas de electricidad", dijo.
Hernández contó además que, en los ocho años que trabajó para Global Air, tuvo que usar aeronaves sin radar, con llantas pinchadas y cuyos motores fallaron alguna vez en pleno vuelo.
Por otra parte, el expiloto de Cubana de Aviación Ovidio Martínez publicó en sus redes sociales afirmando que Cubana ya había alquilado un Boeing 737 a Global Air a "finales de 2010 o principios de 2011" y que sus inspectores le habían sugerido que no trabajara con la firma mexicana.
"En una ocasión, se perdieron arriba de Santa Clara y esto ocasionó que los inspectores de Seguridad Aeronáutica de Cubana de Aviación los chequearan en ruta, lo que dio por resultado que suspendieran de vuelo a un copiloto y a un capitán por problemas y desconocimientos técnicos graves", escribió el viernes Martínez.
"Hay un expediente en Seguridad Aeronáutica de Cubana donde se recomienda a la compañía que no arriende más aviones a esa empresa. En esta ocasión, se desconoció esta recomendación y volvieron a arrendarla...", indicó.
Mientras continúan las investigaciones para aclarar los hechos, a las cuales se sumaron dos especialistas de la Aeronáutica de México, se conoce que los peritos cubanos ya han encontrado una de las cajas negras del avión accidentado, la que registra las voces en la cabina de control.
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