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La justicia condenó a Brad Pitt a pagar 565.000 euros a la artista francesa Odile Soudant por el impago de facturas que derivó en la quiebra de su empresa.
Según informó 'El País', la decisión judicial se produjo en abril, pero no fue revelada hasta hace unos días por un contrato de confidencialidad firmado por Soudant.
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La sentencia contraria al actor llega luego de tres años de batalla legal, aunque no soluciona los problemas de la artista. "Ese dinero percibido no cubre las pérdidas que hemos sufrido: el local de la empresa, los colaboradores despedidos, mi reputación personal y el reconocimiento de la autoría del proyecto", lamentó.
El origen del conflicto se inició en 2010, cuando el intérprete propuso a Soudant llevar a cabo un proyecto de remodelación para cuatro de los edificios de su château en Miraval, una mansión que fue comprada por 45 millones de euros junto a su pareja Angelina Jolie.
"Acepté porque nos entendimos desde el principio. Los dos eran amables y normales. Si me hubieran pedido que iluminara la piscina de azul y los árboles de verde, no hubiera aceptado. Nunca he vendido mi alma al diablo. Mi objetivo nunca fue ganar dinero", relató la creadora especializada en instalaciones de luminarias.
Sin embargo los enormes retrasos para finalizar la obra y los elevados costes provocaron que Brad Pitt optara por suspender los pagos a la empresa de la artista, cuya facturación dependía en un 70 por ciento del proyecto en Miraval.
Un segundo juicio pendiente
Soudant, quien trabajó con el célebre arquitecto Jean Nouvel, aseguró en una entrevista con el periódico francés 'Libération' que Pitt no solo provocó su ruina empresarial, sino que además se apropió de su trabajo.
En este sentido los abogados del actor norteamericano afirmaron a este medio que las ideas eran de su cliente al ser un "apasionado de la arquitectura".
Este cruce de declaraciones se produjo después de que en el verano de 2014, Pitt tomara la decisión de apartarla del proyecto y contratara a una de sus colaboradoras para terminar la obra.
La reacción de Soudant fue recurrir a la justicia para reclamar la autoría del proyecto, un caso que todavía debe ser resuelto en los tribunales y cuya resolución debería ser inminente.
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