El sacerdote Alberto Reyes, un fuerte crítico del régimen castrista, comentó en sus redes sociales cómo la influencia del dictador Fidel Castro se ha mantenido tras su muerte para hacer desgraciadas las vidas de los cubanos.
Reyes reflexionó sobre la figura de Fidel y de cómo su gigantesca necesidad de protagonismo lo llevó a rodearse de incondicionales, en vez de colaboradores, y al no escucharlos ni dialogar con ellos, se volvió ciego a la adulación falsa y fue implacable con todo el que intentó despertarlo al mundo real.
El párroco de la diócesis de Camagüey acusó a los sucesores de Fidel de fingir que no pasa nada, de mentir y pedirle más y más al pueblo al que ven padecer y subsistir mientras el país se derrumba.
A continuación, CiberCuba comparte el texto íntegro de la publicación.
"He estado pensando… (XCV) por Alberto Reyes Pías
He estado pensando en la necesaria liberación del libertador
Moisés es uno de los grandes personajes de la Biblia. Podríamos pensar que su grandeza está en su rol de libertador del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto, pero su grandeza real no está ahí, sino en su fidelidad continua al plan de Dios, porque desde esa fidelidad fue capaz de abrirse a su propia liberación. La primera, la de sus miedos e inseguridades; la segunda, la de mantenerse como servidor, evitando verse como propietario de su pueblo, lo cual lo hubiese convertido en su dictador.
Una persona que no haya hecho un proceso de liberación interior, no puede asumir el rol de libertador, porque sus propias esclavitudes harán que convierta al otro en un rehén.
Una psicóloga amiga me enseñó la metáfora del perro con la patita atrapada. La metáfora habla de un caminante que, al acercarse a un perro, notó cómo este le gruñía en modo agresivo. Sin embargo, al acercarse, el caminante vio que el perro tenía una patita atrapada en un cepo. Sus gruñidos eran la expresión de su dolor.
Todos tenemos una patita atrapada y, a veces, más de una. Todos arrastramos heridas, complejos, roturas interiores, todos llevamos por dentro una cuota de dolor, pero el problema no está allí, sino en ignorarlo, en negarlo, en auto convencernos de que no tenemos necesidad de sanar nada y pensar que, por tanto, estamos en perfectas condiciones para erigirnos en libertadores de los demás.
Y así, ajenos a nuestros propios demonios, ciegos a nuestras propias heridas, sólo veremos en nosotros mensajeros de la luz, y trataremos a los demás como seres inferiores, hechos para obedecer, para someterse, para servir a esa pretendida 'luz'.
Mientras más medito en la vida de Fidel Castro, más pena siento por él. Fidel fue un hombre muy herido, con una gigantesca necesidad de atención y protagonismo, que lo llevó a volcarse sobre sí mismo, a rodearse no de colaboradores sino de incondicionales. Incapaz de escuchar, incapaz de dialogar, se volvió ciego al desastre evidente, al rechazo progresivo, a la adulación falsa. Y se hizo implacable con todo aquel que intentó despertarlo al mundo real.
Sin embargo, lo más preocupante, a mi entender, es que su hechizo lo ha sobrevivido, y aquellos que hoy han heredado el título de 'libertadores' parecen incapaces de entender la realidad. Porque una cosa es ejercer el control férreo sobre un pueblo, de modo tal que le sea difícil rebelarse, y otra diferente es verlo morir, verlo padecer, verlo subsistir, mientras todo se derrumba, y fingir que no pasa nada, mentir sin pudor, prometer lo que nunca ha llegado y nunca llegará, y pedir más y más a un pueblo agónico.
Se nombran libertadores, pero no han sabido liberarse a sí mismos. El cepo de sus miedos, de sus fracasos, de sus frustraciones, les roba la sabiduría de liberar a este pueblo. Por eso, hay que pedir a Dios por todos ellos, para que despierten y tengan el coraje de hacer lo correcto.
Y por eso necesitamos encontrar modos de quitarnos las cadenas, no sea que los 'libertadores' piensen que estamos a gusto con ellas".
Preguntas frecuentes sobre las críticas del sacerdote Alberto Reyes al régimen cubano
¿Por qué el sacerdote Alberto Reyes es crítico del régimen cubano?
Alberto Reyes critica al régimen cubano debido a la falta de libertades y derechos fundamentales que el gobierno impone a su pueblo. Señala la represión, la manipulación y la miseria como consecuencias de un sistema que mantiene el control a través del miedo y la mentira, impidiendo que los cubanos vivan en un entorno de libertad y prosperidad.
¿Qué propone Alberto Reyes para cambiar la situación en Cuba?
Alberto Reyes propone luchar por un cambio definitivo que no depende solo del tiempo, sino de la acción de los ciudadanos. Sugiere fomentar un ambiente de honestidad, expresar la verdad y no participar en actos que respalden al régimen. Además, aboga por la justicia y la libertad como pilares para un futuro mejor en Cuba.
¿Cuál es la posición de Alberto Reyes sobre el legado de Fidel Castro?
Reyes ve el legado de Fidel Castro como negativo, afirmando que su necesidad de protagonismo y control creó un entorno de adulación falsa y represión. Critica que la influencia de Castro sigue presente, afectando la realidad cubana al mantener un régimen incapaz de reconocer y resolver los problemas del país.
¿Cómo describe Alberto Reyes la situación actual en Cuba?
Alberto Reyes describe la situación en Cuba como terminal, con graves problemas económicos y sociales como la escasez de alimentos y medicinas. Resalta la desesperanza de la gente, quien vive bajo un régimen que ha perdido el apoyo del pueblo y que responde con represión ante cualquier manifestación de cambio.
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