Los secuestradores de un médico cubano en México aumentaron su exigencia de rescate para liberarlo, y la familia y amigos claman por ayuda en las redes sociales.
La desesperante situación que enfrenta la familia del médico cubano Adrián Pupo Ojeda, secuestrado en México mientras intentaba llegar a Estados Unidos, se complica cada vez más.
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Los secuestradores, quienes inicialmente habían pedido 10,000 dólares por su liberación, han incrementado sus demandas, según indicó Cubanet.
Después de que familiares y amigos lograran reunir 5,000 dólares gracias a donaciones de personas solidarias, los captores respondieron que la suma enviada no les llegó directamente y exigieron una cantidad adicional, amenazando con torturar a Pupo si el rescate no se cumple en su totalidad.
El médico cubano tiene 28 años y es originario de Puerto Padre, Las Tunas. Emigró con el sueño de alcanzar mejores oportunidades y brindar una vida más digna a su familia, en especial a su hijo pequeño.
Llegó a México bajo la ayuda de un “coyote” que lo condujo hasta Tapachula, Chiapas, donde sus allegados recibieron un video que confirmaba su estancia en territorio mexicano.
Sin embargo, antes de continuar su travesía hacia el norte, fue secuestrado por una banda criminal que desde entonces ha mantenido contacto con sus familiares mediante llamadas y videoconferencias desde el propio teléfono del médico, exigiendo un rescate elevado.
Desesperada y sin los recursos para cubrir el nuevo monto, la familia de Pupo ha recurrido a las redes sociales en un intento por reunir los fondos necesarios.
La situación fue dada a conocer inicialmente por el periodista cubano Mario Pentón, quien compartió un desgarrador video en el que los padres de Pupo imploran a los secuestradores que liberen a su hijo.
Dariannis Méndez, amiga cercana de Pupo, ha sido una de las organizadoras de las donaciones en Estados Unidos y relató a los medios su impotencia al ver que los esfuerzos por liberar a su amigo no han sido suficientes.
“Lo que están haciendo es jugando con la vida de este muchacho y nosotros, los amigos y familiares, estamos preocupados por él”, lamentó Méndez. La esposa de Pupo permanece en Cuba.
Este caso es muestra la vulnerabilidad de los migrantes cubanos, y de otras nacionalidades, quienes son blanco de grupos criminales en México que ven en ellos una fuente de ingresos.
La ruta hacia Estados Unidos se ha convertido en un terreno hostil para aquellos que buscan escapar de la crisis en Cuba, enfrentando a cambio el riesgo de secuestro y extorsión por parte de organizaciones delictivas.
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