La directora del Ballet de Camagüey, Regina Balaguer Sánchez, denunció en la Asamblea Nacional la situación crítica que presenta su compañía con respecto a las zapatillas de los bailarines.
Balaguer Sánchez, hija del fallecido dirigente José Ramon Balaguer Cabrera y diputada al Parlamento, criticó a quienes se encargan de hacer las compras en el extranjero, pues las zapatillas que les enviaron a sus artistas y estudiantes no les sirven.
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"Hoy por hoy, nosotros tenemos zapatillas de punta que no pueden utilizar ninguno de los estudiantes, porque los números son o muy pequeños o muy grandes, ni tampoco ninguna de las bailarinas. Por tanto, ese es un dinero que el país ha gastado y que no tiene utilidad. Y no podemos darnos ese lujo", recalcó.
La directiva precisó que los implementos para la enseñanza de danza y ballet en Cuba se adquieren en China, y demandó ser más conscientes para comprar cosas con una utilidad real.
"Tenemos miles de cajas de zapatillas de punta que no son útiles, y es dinero que ya el país gastó y que no se va a recuperar", concluyó.
Ante la crítica, el gobernante Miguel Díaz-Canel exigió averiguar quién y por qué importó esas zapatillas en ese estado, sin tener en cuenta las verdaderas necesidades de los bailarines camagüeyanos.
"Eso es una chapucería. Quién lo hizo y por qué lo hizo, y cómo lo hizo así, o por lo menos que se vea un seguimiento, porque ese planteamiento no puede quedar en el aire", expresó.
Por su parte, el ministro de Cultura, Alpidio Alonso, dijo que, hasta donde tiene entendido, las zapatillas de marras llegaron al país por una donación.
"Donativos que se nos han hecho, porque desde rato nosotros no podemos importar zapatillas. Las zapatillas que estamos importando son a pedido del Ballet Nacional", dijo.
Según Alonso, habitualmente ocurren entregas de amigos que quieren ayudar a la enseñanza artística, pero que no siempre responden a las plantillas de los bailarines.
"De todas formas vamos a revisar eso", subrayó.
No es la primera vez que Regina Balaguer, quien lleva 25 años al frente del Ballet de Camagüey, se refiere al problema con las zapatillas.
En noviembre, en entrevista al diario Juventud Rebelde, señaló que entre las cosas que no ha podido lograr está "tener el taller de zapatillas con todos los recursos disponibles y a disposición de cada bailarín".
En 2017, declaró que el gobierno debería pensar en cobrar algunos medios en la enseñanza artística, para que las nuevas generaciones valores el esfuerzo que se hace para mantener la cultura.
"Una zapatilla de media punta cuesta de 10 a 15 dólares en el mercado. Nosotros las hacemos, y las entregamos gratis. A veces usan una zapatilla por semana. Una de punta cuesta hasta 100 dólares, 75 dólares, depende de la marca...", detalló al semanario Adelante.
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