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La delegación del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia se retiró de Cuba, según información oficial trascendida en redes.
“Con salida de Cuba de la delegación de Paz del ELN finalmente se cumple el protocolo establecido entre el Gobierno colombiano, el ELN y los Países Garantes. Un paso de avance para el proceso de conversaciones de paz en Colombia, con el que Cuba reafirma su voluntad de contribuir”, apuntó este lunes el Twitter el gobernante Miguel Díaz Canel.
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También en la misma red, el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla informó que “la Delegación de Paz del ELN se retiró este domingo 2 de octubre del territorio cubano, en cumplimiento de los Protocolos firmados entre la República de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional y los Países Garantes”.
El titular de Relaciones Exteriores añadió en el hijo del mensaje que “Cuba ha actuado invariablemente en estricto apego a su condición de Garante y Sede Alternativa y según el Derecho Internacional, y se honra de su contribución imparcial, responsable, profesional y discreta en interés de la Paz que anhela el pueblo colombiano”.
La salida de la delegación del ELN colombiano de la isla responde al pedido que hiciera a mediados de septiembre el presidente electo de Colombia, el izquierdista Gustavo Petro al gobernante venezolano Nicolás Maduro para que ejerciera de garante de la negociación que espera iniciar en breve con ese grupo armado.
En esa ocasión trascendió que, tras una conversación telefónica, ambos mandatarios acordaron mantener una reunión en Caracas lo antes posible para planear la hoja de ruta de las conversaciones, según pudo confirmar El País con fuentes de la Casa de Nariño, la residencia presidencial.
Maduro, luego de recibir la propuesta oficial a través de una carta firmada por Petro, anunció que aceptaba la propuesta en un programa de televisión: “Venezuela acepta el carácter de garante con el ELN. Pondremos nuestra mejor voluntad en nombre de Dios padre todopoderoso”.
“Yo le dije al presidente Gustavo Petro y al pueblo de Colombia, que para garantizar los acuerdos que luego se firmaron, le decimos que Venezuela acepta el carácter de garante de las negociaciones y acuerdos de paz de Colombia con el ELN”, dijo Maduro durante una alocución desde el estado Carabobo, según efectococuyo.com.
La voluntad de Maduro de participar en el diálogo fue manifestada incluso antes, pero la respuesta oficial y la carta recibida sirven como fe testamentaria del proceso. En 2007, el entonces presidente Álvaro Uribe nombró de mediador a Hugo Chávez ante las FARC durante el comienzo de las negociaciones del proceso de paz.
En su misiva, Petro le recordó a Maduro que Venezuela se comprometió en 2016 a llevar a cabo una agenda de diálogos con el ELN. Más tarde, los países estructuraron un protocolo en el que se contemplaba la vuelta a Colombia de una delegación de la guerrilla a través de territorio venezolano. En ese trayecto no podían ser detenidos ni extraditados.
La idea es reactivar esa hoja de ruta y transitar por el camino señalado, lo que hará más rápida la negociación.
Según afirma El País, la guerrilla colombiana tiene presencia en la frontera, sobre todo de lado venezolano, y sus mandos mantienen una relación fluida con la cúpula chavista.
El ELN cuenta con unos 2.400 combatientes activos, según efectococuyo.com. La organización, que le pidió al presidente Petro ingresar a una mesa de diálogo para desmovilizarse, es acusada de financiarse a través del secuestro, la extorsión y el narcotráfico.
En el anterior diálogo junto a FARC, muchos de cuyos encuentros se celebraron en La Habana, con Cuba como “observador” del proceso, las conversaciones terminaron desarticuladas debido a que el ELN se mantuvo en sus posiciones radicales.
El proceso, en fase de estudio, todavía no está en marcha. Según El País, la intención es entablar negociaciones y provocar el rendimiento ante la justicia de todos los grupos armados a la vez, no solo de uno como se ha hecho en el pasado.
Una vez iniciado, la intención de Petro es lograr que la última guerrilla activa en Colombia deponga las armas. Asimismo, espera conseguir que los carteles de la droga y los grupos criminales se sometan a la justicia con algún tipo de beneficio carcelario, todavía por concretar.
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