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El cierre de la fábrica talabartera “29 de noviembre”, de la marca cubana THABA, en el municipio Manatí, provincia Las Tunas, dejó sin trabajo a 60 empleados de esa industria.
La fábrica anunció este miércoles que cerraba por no tener materia prima para trabajar, según señaló un reporte de La Hora de Cuba.
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La decisión significa que 60 de los 64 trabajadores del lugar quedaron cesantes. Solo conservarán sus empleos, por el momento, los cuatro custodios, quienes cuidarán el inmueble hasta que se decida la “suerte” del mismo.
Los talabarteros que trabajaban hasta esta semana en la “29 de noviembre”, perteneciente a la Empresa de Talabartería (THABA), llevan más de 30 años en la producción de artículos como mochilas, bolsos, maletines, carteras, carpetas y sombrillas, pero ahora tendrán que “inventar algo que les permita sobrevivir”, apuntó el medio de prensa.
El texto aclara que la mayoría de los desempleados son mujeres. Si con el salario básico que percibían las costureras, de unos 3,260 CUP -equivalentes a unos 30 dólares de acuerdo con el cambio en el mercado informal-, apenas tenían para alimentar a sus familias, tras quedar sin trabajo tendrán peor situación económica en medio de la crisis actual.
A ello se suma el hecho de que los municipios muchas veces están sumidos en una crisis aún mayor, prevale la falta de atención gubernamental, el desabastecimiento de productos básicos y la ausencia de oportunidades laborales, entre otros problemas.
Manatí, municipio ubicado en el norte de Las Tunas, es una de las tantas localidades cubanas que perdieron su “vida” luego del cierre del central azucarero, principal fuente económica y de empleo existente en el lugar. Uno de los numerosos “pueblos fantasmas” que ha creado el régimen cubano.
Según revela La Hora de Cuba, muy pocas cosas quedan en Manatí: “Tiene un puerto marítimo del que no hay beneficio para sus pobladores y es prácticamente inservible. Tiene una piscina que podría dar varios empleos, pero dicho estanque permanece los 365 días del año sin agua”.
Aunque es un pueblo costero, allí “no se vive de la pesca”, sostiene el texto, y tampoco el desarrollo económico se ha orientado a otros sectores como la ganadería o la agricultura, de modo que las opciones para quienes quedan desempleados son realmente escasas.
Una fuente anónima aseguró al medio independiente que los miembros del Consejo de Dirección de la Industria Ligera (CDIL), que comunicaron a los trabajadores la decisión de cerrar la fábrica, dijeron a los recién despedidos que debían desfilar el 1ro de Mayo, como si el desfile garantizara el sustento de sus familias.
Al igual que la “29 de noviembre”, otras entidades de la Industria Ligera en Las Tunas se han visto en similar situación. En los primeros meses de 2021 las Unidades Empresariales de Base (UEB) Gráfica, Confecciones Textiles Melissa y Vascal-Artesanía, entre otras, tampoco tenían materias primas para sus producciones.
No obstante, la crisis se ha expandido a otros sectores y provincias. Al concluir el pasado año, unas 50 empresas gastronómicas en Cuba habían registrado pérdidas. En Sancti Spíritus, por ejemplo, 26 empresas estatales reportaron pérdidas superiores a los 19 millones de pesos.
Durante este año la situación parece no haber mejorado. En enero el gobierno cubano reportó pérdidas en más de 400 empresas estatales.
Estas pérdidas muchas veces traen consigo despidos de trabajadores y descensos considerables en los salarios.
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