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Familiares de Jorge Luis Argudín, asesinado el pasado año en Cuba, se mostraron indignados porque casi ocho meses después de la tragedia que sacudió el pequeño poblado de Cabañas, en el Mariel, "los criminales siguen sueltos", aseguraron a CiberCuba.
En octubre pasado hubo esperanzas de que el caso podía ser resuelto tras la detención de un cubanoamericano, que según vecinos de la víctima, supuestamente estaba relacionado con el crimen de Jorge Luis Argudín, ocurrido el 27 de agosto de 2020, pero todo resultó ser una falsa conjetura.
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La familia del cubanoamericano salió al paso enseguida a esos comentarios del pueblo para desmentir que tuviera algo que ver con el secuestro, apuñalamiento y degüello del hombre más famoso y querido en Cabañas: Jorge Luis Argudín. Según explicaron en su momento, el arresto estaba relacionado con la investigación de una presunta salida ilegal del país.
El tiempo les ha dado la razón. La Policía de Cabañas nunca se ha puesto en contacto con la familia de Argudín para comunicarle que esa o cualquier otro arresto tiene o tuviera algo que ver con la resolución del caso.
"El pueblo está súper indignado. La familia mucho más. No hay información de ninguna parte. Puede que haya alguien importante involucrado porque este silencio no deja otra cosa que pensar. No descansaremos y ese crimen no quedará impune. Lucharemos hasta dar con esos criminales que deben seguir o siguen sueltos en Cuba", señaló hoy a CiberCuba un familiar de la víctima".
El cadáver de Jorge Luis Argudín fue encontrado apuñalado y degollado en el mirador de Cabañas (32.000 habitantes) después de cuatro días desaparecido. La última vez que se le vio con vida estaba en el parque del pueblo cambiando dólares, el negocio al que se había dedicado toda su vida y por el que era no sólo respetado sino también muy querido en el pueblo.
La gente le vio subirse ese día a un almendrón (auto americano que los testigos han descrito como un Plymouth gris con ribetes negros) en el que viajaban otros cuatro hombres. Él llevaba bastante dinero encima. Era jueves y le tocaba ir a ver su novia a un pueblo cercano, Orozco. Nunca llegó a su destino. Familiares y amigos creen que dentro del vehículo es posible que hubiera algún conocido. De lo contrario, Argudín no se habría confiado. Ese día llevaba todas sus prendas en el cuello.
El difunto no sólo hacía negocio con el cambio de divisas sino que también ayudada a las familias de Cabañas que no estaban en condiciones de afrontar económicamente una emergencia. Por eso su entierro fue multitudinario. Él prestaba dinero, pero cuando había que ayudar, era el primero en echar una mano.
El relato de los hechos comienza el jueves 27 de agosto de 2020, a las 6:00 pm, cuando el Plymouth gris con ribetes negros se acercó al parque de Cabañas y recogió a Argudín. Ya les habían visto ese día por la mañana cuando habían estado con la víctima cambiando dinero.
La familia de Argudín denunció la desaparición el sábado 28 de agosto y los vecinos iniciaron una batida por la zona de Orozco, San Pedro y la Herradura ese mismo día. Lo encontraron, ya cadáver, en la carretera que une Cabañas con Artemisa, en una zona conocida como La Loma de la Gobernadora.
Lo habían degollado; tenía puñaladas por la espalda y las manos destrozadas porque, al parecer, intentó protegerse de las cuchilladas. "Le dieron bastante", comentó a CiberCuba una persona cercana al difunto.
El suyo no fue, ni de lejos, el peor de los crímenes que tuvo lugar en Cuba el año pasado. En enero de 2020, en Holguín, un joven de 24 años fue apuñalado, degollado, descuartizado y su sangre, utilizada para regar santos de la religión Palo Monte. Sin embargo, este caso fue resuelto en pocos días y los asesinos ya han sido juzgados.
En un primer momento la Fiscalía pedía cadena perpetua a cuatro de los participantes en el asesinato de Daniel Martínez Pupo y finalmente le rebajaron la condena a uno de ellos.
La familia de la víctima, no contenta con el veredicto, ha apelado al Tribunal Supremo de Cuba.
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