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Yandy Núñez Martínez, el cubano montañista que quiere hacer historia en las alturas, partió este sábado 27 de marzo hacia el Everest y ya se encuentra en Suiza.
Su historia en la red social Instagram mostraba la cámara en modo selfie que lo filmaba mientras caminaba por el finger hacia la puerta de la aeronave que lo acercaría a su sueño. El vidrio de esta pasarela de acceso al avión dejaba ver la pista de aterrizaje o, en este caso, de despegue, en espera.
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La historia corresponde al sábado 27 de marzo, el día en que dejó Islandia con destino a Suiza. Yandy Núñez Martínez, el cubano montañista que quiere hacer historia en las alturas, ya se encuentra en más cerca de la tierra de las cumbres.
De camino al avión, marcó su paso en esta nueva aventura que recién comienza. De una palmada, fijó una pegatina tricolor en las paredes del túnel de cristal. Franjas azules y blancas, un triángulo rojo y una sola estrella dibujan la bandera de todos los cubanos, que ahora ha quedado pegada en la pared de la pasarela. Otra palmada similar fijaba la pegatina con la insignia islandesa.
“Juro que pondré nuestra bandera, la bandera cubana, en lo más alto del mundo. Viva Cuba Libre. Libertad”, escribía el cubano en su perfil de Instagram The Cuban Mountaineer. Al final del texto, aclaraba en inglés que las dos banderas, la cubana y la islandesa, estarán juntas en la cima del mundo.
Dos maletines deportivos y una mochila conforman su equipaje. Ahí lleva mantas, traje de plumas, botas de relieve y otros artículos esenciales para su expedición.
De Suiza viajará a Nepal y, una vez allí, deberá tomar un vuelo interno hasta Lukla y comenzar el trekking (o caminata) hasta el campamento base.
Antes de escalar el Everest, Yandy ha dicho que quiere aclimatar su cuerpo en otra montaña, la Lobuche Peak, que está a 6120 metros. Todo forma parte del mismo mapa, del mismo sueño, que lo ubica en ruta hacia la cima del mundo.
Yandy se ve emocionado. Sabe que le espera un viaje largo y azaroso. Le tomará 60 días todo el trayecto, de principio a fin. Dos meses de extrañar a su esposa y a su pequeño hijo; dos meses de prescindir de todas las comodidades posibles en temperaturas heladas y clima impredecible.
En entrevista reciente con CiberCuba Núñez agradeció el apoyo de todos los que han contribuido a su viaje y los que le acompañan dándole aliento a través de las redes sociales. El cubano dijo que si llegaba a su meta, pondría la bandera cubana en el pico más alto del mundo al que también llevaría un mensaje de libertad.
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