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Dos ballenas belugas que vivían en un acuario en China fueron liberadas en la bahía de Klettsvik, Islandia, por la organización benéfica Sea Life Trust.
Little Grey y Little White fueron transportadas a su nuevo hábitat la pasada semana. Su primer contacto con la vida salvaje es una gran piscina creada en la bahía con capacidad para 8 cetáceos, el Sea Life Trust Beluga Whale Sanctuary.
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En estas áreas podrán entrenar, aprenderán a comer y ganarán más grasa, aspectos necesarios para su adaptación a aguas más frías y que puedan ir libremente a conquistar distancias más largas.
Son las primeras ballenas belugas que recibe este proyecto, pero no serán las únicas. Pretenden albergar a la mayor cantidad de ejemplares posible, garantizan espacio para ocho de ellas en las piscinas del santuario.
La bahía de Klettsvik mide aproximadamente 32.000 metros cuadrados. Tiene una profundidad de hasta 10 metros.
La beluga (Delphinapterus leucas) es una especie de cetáceo. Habita en aguas de muy bajas temperaturas, en la región ártica y subártica. El color blanco de su piel es una de las características que permite su identificación. No tiene aleta dorsal.
Los machos tienen una longitud y peso máximos de 5,5 metros y 1.600 kg. Su tamaño es intermedio entre ballenas y delfines. El cuerpo de estos mamíferos es robusto con el porcentaje más alto de grasa entre los cetáceos.
Se orientan por ecolocalización y esta habilidad les permite encontrar respiraderos bajo las gruesas capas de hielo. Poseen una prominencia frontal distintiva y su sentido del oído está muy desarrollado.
Por lo general, las belugas conforman grupos de unos diez individuos, pero en verano pueden llegar a congregarse cientos de ejemplares en aguas costeras poco profundas.
Una de las adaptaciones de esta especie que le permite habitar en regiones muy frías es que pueden sumergirse hasta 800 metros bajo la superficie. Se alimenta de peces y crustáceos fundamentalmente.
La población mundial de belugas se estima en 150.000 individuos. Fue objeto de caza durante el siglo XIX y parte del siglo XX. Se encuentran bajo protección internacional desde 1973.
Sin embargo, las belugas están incluidas en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) y catalogadas como especie casi amenazada.
Es la primera vez que se desarrolla un proyecto como este en el mundo para reincorporar ballenas belugas en su hábitat natural.
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