Bernie Sanders y la Cuba de Fidel

Bernie Sanders disparatea cada vez que repite sus dos términos predilectas: “socialismo democrático” y “socialismo corporativo”. El senador, además, delira al hablar de su admirado Fidel Castro y de la Cuba bajo su tiranía.

En primer lugar, Sanders debía repasar la definición de socialismo: la filosofía politica, social y económica –y su resultante sistema- que propone que los trabajadores son los dueños de los medios de producción, “guiados” –léase manipulados- por una burocracia privilegiada que controla la conducta y las actividades de la sociedad.

¿Qué parte de “los trabadores son los dueños de los medios de producción” no entiende Bernie Sanders?

El socialismo –según lo comprueban ciento tres años de fracasos, miseria y destrucción – jamás podría ser ni democrático ni corporativo, aunque más de un teórico insista en semejantes sandeces. La práctica confirma lo contrario: la caída de la URSS y el repudio de las naciones de Europa del Este al socialismo son prueba de ello.

En cuanto a su admiración por Fidel Castro, quizás un repaso de los hechos despejaría la fantasiosa mitología de su cabecita, empezando por la campaña de alfabetización. En 1961, Castro lanzó dicha campaña, que duró nueve meses y mantuvo cerradas todas las escuelas del país –ya para entonces propiedad del Estado- con el fin de reclutar para dicha labor “voluntaria” a estudiantes y maestros. Los analfabetos no eran los niños, como afirma Sanders; eran más bien adultos de las zonas rurales, un 14% de la población que no había aprendido a leer y escribir. La campaña se supervisó militarmente mediante milicianos armados en cada aula. Yo lo sé porque mi madre, maestra de escuela pública, tuvo que participar en la campaña. “C de Camilo, héroe del Moncada; F de Fidel, nuestro máximo líder; G de Granma, el barco de la expedición liberadora; I de imperialismso, el enemigo del norte; R de Raúl, jefe de las Fuerzas Armadas”. ¡Alfabetización y adoctrinamiento, de un tirón!

¿Y cuál es el legado castrista que Sanders tanto admira?

• Una libreta de racionamiento que cumplió 58 años, que abastece por apenas una semana del mes, y que ha generado un mercado negro explotador y corrupto;
• La confiscación sin indemnización de la propiedad privada (mayormente de nacionales, alguna de extranjeros), incluyendo más de 200,000 empresas, inmuebles, escuelas, fincas y negocios familiares;
• La abrogación de los derechos civiles, incluyendo los derechos laborales, la libertad de expresión y de reunion, de culto, y la libertad de prensa;
• El desmantelamiento de los sindicatos en pos de una central de trabajadores oficial que prohibe, entre otros, el derecho a la negociación colectiva y a la huelga;
• La prohibición de los partidos politicos excepto el oficial Partido Comunista de Cuba;
• La violación de las convenciones de la OIT que prohiben que los estados sean los únicos empleadores del trabajador;
• La disolución de más de 900 organizaciones femeninas de la sociedad civil, en pos de una entidad oficial;
• 200,000 prisioneros politicos;
• 7,000 presas políticas;
• 5,732 fusilamientos (casos documentados por CubaArchive); se calcula que la cifra supera el doble;
• 1,8 millones de ciudadanos (el 14% de la población) que han huído del comunismo;
• Campos de trabajo forzado –los campamentos de las UMAP- donde unos 35,000 cubanos -entre homosexuales, Testigos de Jehová y Adventistas, intelectuales, escritores y artistas- fueron internados entre 1965 y 1968;
• La explotación de médicos mediante programas en que Cuba arrienda sus servicios a países extranjeros y el cobra los salarios de dichos profesionales, abonándoles el 10% de los fondos cobrados, una especie de esclavitud moderna;
• Un creciente racismo institucional que según estudios de la Unión Europea, relega a la población afro-descendiente a las peores viviendas, les excluye de los puestos gerenciales, hace que dicha población sea encarcelada cinco veces más que la población blanca, y reciba atención médica luego de una mayor demora;
• La discriminación a nacionales y el trato preferencial a extranjeros en materia de salud. Los centros médicos de la familia cierran frecuentemente por falta de personal reasignado a trabajaar en el extranjero; los hospitales en condiciones deplorables, con falta de higiene básica, carencia de reactivos, material quirúrgico, de rayos X, y medicamentos, y equipos descompuestos. Sin embargo, a través de Servimedcuba (Cubanacán Turismo y Salud), los hospitales para turistas gozan de instalaciones óptimas, que generan millones de dólares para el régimen de su clientela extranjera.

¿Es este el “socialismo democrático” que propone Sanders para Estados Unidos? Esta cubano-americana, inscrita en el Partido Demócrata, jamás votará por él. Los estadounidenses deben pensarlo dos veces antes de unirse a esta revolución fraudulenta. De no ser así, ¡qué Dios nos coja confesados!