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La historia del cubano Jorge Gotti en Estados Unidos comenzó hace 30 años. Llegó a Raleigh, la capital del estado de Carolina del Norte, con lo que considera “un doctorado” en ser pobre, hambriento y “estar decidido a tener éxito”.
En declaraciones a la cadena WTVD Gotti ha narrado cómo, con los años, logró fundar su propia empresa de limpieza. Hoy tiene bajo su mando más de 600 empleados que trabajan en cerca de 200 edificios, enmarcados en la zona conocida como The Triangle.
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"La razón por la que entré en el trabajo de limpieza es porque en Burger King, McDonald's, Bojangles, no pude solicitar un trabajo porque en ese entonces no hablaba una palabra en inglés", dice Goti quien asegura que "un trabajo como conserje fue lo primero que pude conseguir".
Dice sentirse agradecido de haber empezado por ahí, ya que hoy en toda la zona posee la empresa de limpieza más grande.
El cubano, natural de La Habana, ayuda a todos aquellos que llegan hasta él en busca de trabajo. "El único requisito es que no te avergüences de limpiar una cómoda", dice con el tono tan peculiar que caracteriza a los naturales de la isla caribeña.
Su altruismo le ha permitido apoyar financieramente a organizaciones benéficas del lugar. Informa el medio de prensa que Goti y su equipo de MG Capital Mantenance construyeron el pasado año una casa a través de Hábitat para la humanidad, una organización de vivienda sin fines de lucro que trabaja para superar la falta crónica de viviendas dignas.
Como buen cubano también sabe lo que es perderlo todo cuando pasa un huracán, por tal motivo asegura estar especialmente apasionado con ofrecer ayuda a las comunidades que son afectadas por este tipo de fenómeno natural.
"Lo que obtuve proviene del trabajo duro, pero también proviene de todas las personas que por alguna razón vieron algo en mí y simplemente me ayudaron", dijo Goti en referencia a ese bien que siempre hay que hacer para luego recoger lo mismo a la vuelta de la vida.
Su familia en Cuba lo mantiene atado a la tierra que hace tres décadas dejó a sus espaldas. Es la razón principal para seguir luchando contra cada obstáculo que se le pueda interponer en el camino.
Mientras tanto Goti asegura que el éxito no está en el próximo edificio que pueda limpiar, sino en todo lo que puede hacer por la comunidad en la que vive.
"Viene de esta profunda y agradecida apreciación que tengo por lo que he podido lograr", dice.
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