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Cuba es uno de los 37 países que esta semana enviaron una carta a las Naciones Unidas, en la que muestran su apoyo a la actuación de China en la conflictiva región de Xinjiang, donde existen campos de confinamiento para las minorías musulmanas.
En el documento, los países firmantes destacan los "logros notables" del país asiático en el campo de los derechos humanos, informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
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"En los últimos tres años consecutivos no se ha visto un solo ataque terrorista en Xinjiang y la gente allí disfruta de un sentido más fuerte de felicidad, satisfacción y seguridad", señaló la misiva.
Además de Cuba, firman la misiva Pakistán, Arabia Saudí, Egipto, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Nigeria, Ángola, Togo, Tayikistán, Filipinas y Bielorrusia, entre otros.
"Ante el grave desafío del terrorismo y el extremismo, China ha emprendido una serie de medidas contra el terrorismo y de desradicalización en Xinjiang, incluida la creación de centros de formación y educación profesional" que han logrado que "la seguridad regrese a la región", añade el texto.
Según el Gobierno chino, Xinjiang, una región vecina a Asia Central, ha sufrido en las últimas décadas acciones terroristas.
De acuerdo a su versión, el presidente Xi Jinping se vio obligado hace tres años a instaurar un duro plan de seguridad, que incluye la creación de "campos de reeducación", definidos por el régimen como "centros de formación vocacional" para "educar a aquellos influidos por el extremismo religioso".
Pero las organizaciones de derechos humanos han denunciado que se trata de sitios de reclusión donde han sido aislados un millón de uigures y otras minorías musulmanas.
Esta opinión está respaldada por la comunidad internacional, que ha expresado su preocupación por la detención arbitraria y otras violaciones contra la libertad de los uigures y otras minorías.
La semana pasada otros 22 países, entre los que estaban España, Alemania y Reino Unido, emitieron una declaración conjunta en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU pidiendo a China que brinde "acceso significativo a Xinjiang para observadores internacionales independientes".
El 25 de junio China defendió sus actuaciones durante la 41 sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El gigante asiático justificó su postura en la lucha contra el yihadismo, e invitó a la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, a visitar la zona.
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