Este artículo es de hace 6 años
Erick Silva, de 21 años, quien trabajaba como guardia de seguridad en el concierto de Las Vegas que terminó en la masacre más grande de la historia de los Estados Unidos, recibió el último adiós de sus familiares, amigos y compañeros de trabajo.
Según el testimonio de algunos de sus compañeros, Silva se encontraba a un lado del escenario y murió durante la segunda tanda de balas disparadas por Stephen Paddock desde una habitación de hotel.
Silva, incluso, ayudó a varias personas durante el incidente, pero fue víctima de una de los disparos.
El saldo de esta masacre fue de 59 muertos y 527 heridos.
La alcaldesa de Las Vegas, Carolyn Goodman, asistió al funeral para acompañar a los familiares del joven.
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